MS-DOS, 30 años de historia

Crecer es bastante más que recopilar experiencias y recuerdos, y los 30 años de MS-DOS hacen sentir de nuevo aquello que pasaba cuando el código pelado, sin interfaz ni chirimbolos de colores que indicaran cual cartel turístico qué es lo que se debía hacer o hacia dónde dirigirse, era lo que se tenía frente a frente al encender el ordenador con MS-DOS instalado. Desde esa ventana con letras blancas sobre fondo negro se invitaba intermitentemente a navegar directorios, correr programas, jugar joyas de la época y a entablar una relación diferente con los ordeandores.


Con el tiempo el sistema operativo que tenía como protagonistas a los comandos internos y externos Attrib, Copy, Deltree, Format, CD y Print entre otros, fue mutando hasta conseguir una interfaz (DosShell) y con ella lograr mantener a raya a competidores que también sacaban sistemas operativos basados en DOS. Además de servir como pista de despegue para tus juegos, algo que a mediados de los 90 se acabó al trasladar gran parte de esta necesidad a Windows 95.


La historia es conocida, y cuando Tim Paterson, perteneciente a la compañía de hardware Seattle Computer Products que funcionaba con algunos sobresaltos en la floreciente industria informática norteamericana, recibió el papel con la oferta de Microsoft por QDOS (Quick and Dirty Operating System / Sistema Operativo Rápido y Sucio), que habían construido “inspirados” en el sistema CP/M86, no lo dudaron mucho más. 50.000 dólares era un precio justo y con la compra de la licencia se iba a 75.000 Franklins. La aventura había nacido gracias al impulso de IBM a Microsoft para producir el sistema operativo de la próxima edición de los ordenadores IBM PC, y con Bill Gates a cargo Microsoft enseguida modificó las bases de QDOS y creó lo que un tiempo después conocimos como MS-DOS. Era 1981, y MS-DOS (conocido en ese entonces como PC-DOS a nivel interno) junto a las IBM PC se convertía en la piedra angular desde la cual Microsoft constituyó un emporio.



De ello ya han pasado 30 años, y luego de separarse de IBM, ocho versiones, miles de encontronazos legales y millones de peripecias particulares de cada usuario, MS-DOS dejó de guardarse en el disco duro para llegar a la memoria colectiva en el 2000, cuando se dejó de desarrollar luego de incluirse en el nada querido Windows ME. El resto de las implicancias de MS-DOS en la historia de la informática son tangibles con sólo mirar el presente, pero te invitamos a que nos cuentes tu experiencia con este sistema operativo de antaño.

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