Según los datos que publica Nielsen en Febrero de 2012, el 48% de los smartphones comprados en EEUU en los últimos tres meses llevaban un sistema operativo Android, el 43% el iOS de Apple, y después queda el resto encabezado con una cuota cada vez más testimonial con el 5% de RIM.
Sin embargo,con el éxito de Google y su Android se están empezando a enfrentar a un desafió que se puede tornar en una pesadilla similar a la que ha vivido Microsoft con gran parte de los productos de software que ha ido lanzando.
El problema es que cuando dominas el mercado gracias a que licencias tu sistema operativo a cuanto fabricante te lo solicita empiezan a surgir los problemas técnicos al intentar encajar un software con diferentes fabricantes de hardware.
Asà lo explican en The Next Web, en donde ponen el ejemplo de un desarrollador de aplicaciones, que después de lanzar su aplicación para Android, el soporte técnico quedó inundado con 1.200 correos electrónicos en sólo 12 horas y eso que habÃan preparado la aplicación para que funcionara bien en 707 máquinas diferentes. Al problema del hardware le podemos añadir el de las actualizaciones de software. El 50% de los usuarios de Android aún están en la versión 2.3.3 del sistema operativo y y hay actualizaciones del software que van de la versión 1.6 a la 4.0.3. Asà que cuando sacas una aplicación en Android a ¿que versión del software se tiene que adaptar? ¿a todas?
En Apple las cosas son bastante más sencillas. La ventaja de tener integrado hardware y software en un cÃrculo cerrado con el añadido que ahora cuenta con una enorme masa crÃtica de usuarios (cuota del 43%). Dos tipos de dispositivos iPhone y iPad, dos tamaños de pantalla, y entre diferentes versiones de iPad y iPhone en total unos 12-15 dispositivos diferentes a comparar con los más de 1.500 que corren con Android.
En cuanto a actualizaciones de software, bueno el 75% de los usuarios del sistema operativo de Apple ya se han actualizado al iOS5.
A toda la complejidad que comporta gestionar una aplicación en Android le podemos añadir un factor que puede ser decisivo. Los usuarios de Android no se descargan tantas aplicaciones y además no se gastan tanto dinero en ellas como los de Apple.
Si tenemos en cuenta que uno de los factores que más van a influir entre los potenciales clientes a la hora de elegir un smarthpone o una tableta será el universo de aplicaciones que soporten y su fiabilidad técnica, en este sentido parece que la posición de Apple es en estos momentos terriblemente robusta.
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