El FBI está esperando una orden judicial para lograr que Google desbloquee un teléfono Androd confiscado a un supuesto proxeneta.
Un agente especial de la división de San Diego del FBI está pidiendo una orden que autorice a Google “proveer a las fuerzas de la ley todos los medios para obtener acceso, incluyendo información de acceso y contraseñas, reinicio de contraseña y/o códigos por defecto del fabricante” para ver los contenidos y la memoria del teléfono Android de un supuesto proxeneta.
La solicitud de 13 páginas detalla el caso de Dante Dears, que salió en libertad por última vez en mayo del 2011 y desde entonces se estuvo “comunicando con una fuente humana confidencial que reportó al FBI sobre las contiunas actividades de tráfico humano de Dears”.
El enero del 2011, el FBI vio a Dears usando un teléfono “por un periodo de casi seis horas”, a pesar de haber negado durante meses poseer un celular. Eventualmente, Dears entregó el teléfono al oficial que lo tenía a cargo, pero le negó el acceso al dispositivo, un Samsung Exhibit II 4G, violando en efecto los términos de su libertad bajo palabra.
Debido a esto, el FBI ahora necesita la ayuda de Google. Al parecer, “a pesar de los múltiples intentos de (…) técnicos”, el FBI no puede crackear el súper sofisticado código de Android.
Todo parece indicar que el laboratorio de forenses informáticos del FBI ha sido detenido en seco por el bloqueo de patrón de Android. La orden judicial busca obtener el nombre del suscriptor del servicio, su dirección, número de seguridad social, información de acceso a su cuenta, toda la información de lista de correos y contactos, cualquier dirección de correo o mensajería instantánea usadas en el teléfono, términos de búsqueda grabados, historial de navegación, datos de GPS, mensajes de texto enviados y recibidos, y las veces y duración que se haya accesado cualquier página web desde el equipo entre el 1 de junio de 2011 y el 17 de enero de 2012.
Christopher Soghoian, del Centro de Investigación de Ciberseguridad Aplicada y el primero en publicar el pedido del FBI en su blog slight paranoia, menciona en su análisis de la situación que hay unas cuantas razones por las que vale destacar esta situación. En primer lugar, está la aparente incapacidad del FBI de crackear un teléfono Android -porque, afirma, el FBI “no puede, o no quiere usar herramientas forenses disponibles a nivel comercial o técnicas para hackear hardware ampliamente documentadas” para crackear el teléfono y obtener la data.
Soghoian también se pregunta si el FBI no debería estar pidiendo una orden de interceptación, en lugar de una orden judicial, ya que los teléfonos bloqueados pueden seguir recibiendo mensajes y correos. Por último, Soghoian se pregunta por qué el gobierno estadounidense tiene que pedir que no se notifique al propietario del teléfono sobre el pedido -porque, después de todo, ellos tomaron el teléfono y por tanto el propietario (que sería Dears) puede asumir que las autoridades querrán saber qué tiene dentro.
Los comentarios en el blog de Soghoian, por otra parte, señalan que el FBI podría no estar usando técnicas de hackeo para usar cualquier evidencia encontrada en la corte.
Google aclaró que no comenta casos individuales, pero en general “cumplen con el proceso legal válido. Cuando recibimos un pedido nos aseguramos que responda al texto y al espíritu de la ley antes de cumplirlo. Si creemos que una solicitud es demasiado amplia, buscamos estrechar su alcance”.
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