Los rumores suelen tomar caminos muy extraños, pero lo que ha estado apareciendo en la Web sobre la próxima generación de la consola PlayStation está llamando demasiado la atención. El nombre código para esta futura consola sería “Orbis”, y más extraño aún, se está hablando de la adopción de un procesador basado en la arquitectura x86. Teniendo en cuenta el impresionante poder de procesamiento que hoy tiene la PS3, es un poco difícil de interpretar la idea de un cambio de hardware tan drástico, pero después de unos minutos, no parece algo tan loco.
Este es el control de rumores, aquí están los hechos: Después de ver el extraordinario nivel de animación que presentó el proyecto KARA, no quedan dudas de que la PlayStation 3 tiene muchísima tela para cortar. Tal vez este no sea el caso de la Xbox 360, que si bien es un producto muy exitoso con un hardware más que interesante, podría beneficiarse mucho más de una actualización de hardware general. Haciendo un poco de memoria, la Xbox 360 fue lanzada al mercado casi un año antes que la PlayStation 3, un detalle que reafirma la necesidad de una actualización en la consola de Redmond, pero lo que se ha mencionado hasta aquí sobre la teórica PlayStation 4 llamada “Orbis”, ha generado cierta confusión en la Web.
En términos sencillos, se dejaría de lado la plataforma Cell para adoptar la arquitectura x86, la misma que estamos utilizando hoy en nuestros ordenadores. El hardware estaría hecho por nada menos que AMD, y tendría el privilegio de proveer tanto procesadores como chips gráficos. Algo similar se ha estado especulando sobre el chip gráfico de la próxima Xbox 720 “Durango”, con una supuesta procedencia de Sunnyvale. Obviamente, un movimiento de esta clase representaría un beneficio muy grande para AMD, que continúa luchando duro en sus dos frentes más importantes, pero la adopción de la arquitectura x86 también traería grandes puntos a favor para los desarrolladores, que se ven obligados a dividir recursos entre plataformas y crear juegos a partir del sistema menos poderoso.
Lamentablemente, un cambio de arquitectura también tendría un efecto indeseado para los jugadores: La ausencia de retrocompatibilidad. Los juegos de PS3 no se ejecutarían en una teórica consola PS4, a menos que Sony decida implementar un procesador Cell en paralelo (algo similar a lo que hizo con las primeras PS3, integrando hardware de la PS2), ya que la emulación de un chip Cell a través del CPU parece muy poco probable. A esto se le suman otras historias de horror, como un supuesto “impuesto” a los juegos usados, entrega de títulos a través de la PSN y el requerimiento de una cuenta PSN para “autenticar” juegos, pero como siempre sucede en estos casos, hay que arrojar una buena pizca de sal. ¿Habrá que esperar a una generación "más humilde" entre consolas? Teniendo en cuenta lo mucho que han crecido los ordenadores en los últimos años, la idea tal vez no sea tan descabellada, pero habrá que esperar.
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