Después del accidentado lanzamiento de Windows Vista, la posibilidad de
realizar un “downgrade” a otro sistema operativo quedó particularmente instalada en la mente de los usuarios. El derecho al downgrade también está presente en Windows 7, y como era de esperarse,
Microsoft ha confirmado que aquellos usuarios de
Windows 8 Pro que adquieran un ordenador con el sistema preinstalado, tendrán la posibilidad de
bajar tanto a
Windows 7 Professional como a
Windows Vista Business si así lo desean.
Estamos prácticamente en piloto automático hasta el
lanzamiento de Windows 8 el próximo 26 de octubre. Sabemos que su variante para tablets
Windows RT será especialmente estudiada tanto por los usuarios como por la prensa especializada, ya que su objetivo es mucho más complejo del que tiene su contraparte de escritorio. Pero cada vez que hablamos de
Windows 8, el factor de la adopción entra en juego. El nuevo sistema operativo representa un cambio gigantesco para
Microsoft, un cambio que
no todos los usuarios están dispuestos a aceptar en primera instancia. El factor más delicado continúa siendo
su nueva interfaz, debido a que no sólo requiere un período de adaptación, sino también ajustes de hardware en ciertos casos
(por ejemplo, las aplicaciones dedicadas no funcionan en resoluciones inferiores a 768p).
Aún así,
existe el downgrade. Esta posibilidad ganó mucha popularidad en la época de Windows Vista, cuando millones de usuarios adquirieron nuevos ordenadores y encontraron que su flamante hardware tenía problemas de estabilidad y compatibilidad
(mucha ausencia de controladores), además de un rendimiento muy inferior debido a ese sistema operativo. La tasa de
downgrade a Windows XP fue importante, especialmente en el entorno empresarial
(los números hablan de un 35 por ciento), aunque el downgrade perdió algo de sustancia con la aparición de
Windows 7 (que también permite downgrade a XP), muy superior a Vista en múltiples sentidos. Y ahora sigue
Windows 8: Redmond ha confirmado que los usuarios de
Windows 8 Pro preinstalado en un ordenador nuevo contarán con el derecho de
downgrade a Windows 7 Professional y Windows Vista Business. Incluso existe la chance de que algunos fabricantes decidan entregar un disco de instalación de Windows 7 junto con el ordenador para hacer el proceso más sencillo
(o como alternativa, vender esos mismos sistemas con el holograma de Windows 8 y Windows 7 instalado), pero habrá que esperar un poco para ver cuántos deciden tomar esa ruta.
Ahora, si estás pensando en la letra pequeña,
es porque la hay. Como habrás notado, el derecho a downgrade, además de aplicarse sólo a las versiones OEM, llega hasta Vista Business, por lo que
Windows XP no será una opción en ningún caso. La intención de Redmond de enterrar de una vez a XP sigue estando allí por más que ese sistema operativo aún tenga más de un año de soporte extendido por delante. ¿Qué tan popular será esta opción de
downgrade? Probablemente
no tanto como lo fue con Windows Vista.
Microsoft ha aprendido de sus errores, y
Windows 8 ya ha demostrado con soltura que no tiene los problemas de compatibilidad y/o rendimiento de Vista. Es una opción más para los usuarios, y como tal,
le damos la bienvenida.
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