El lunes pasado
Windows 8 cumplió un mes en el mercado,
pero incluso antes de su lanzamiento ya había trascendido un poco de
información sobre lo que será su sucesor. Hasta ese momento se lo había
llamado simplemente
Windows 9, sin embargo, en agosto surgió un nombre curioso: “
Windows Blue”.
No fueron pocos los que asociaron a Windows Blue como el reemplazo de
Windows 9, pero en las últimas horas ha aparecido nueva información que
cambia en parte la percepción que teníamos sobre Windows Blue. ¿Es
entonces un nuevo sistema operativo? Hasta aquí,
la respuesta es sí y no.
Este es el control de rumores, aquí están los hechos:
En las últimas horas, Brandon LeBlanc, Administrador de Comunicaciones y
responsable del blog de Windows en Microsoft, anunció que desde su
lanzamiento oficial,
las ventas de Windows 8 llegan a
cuarenta millones de licencias. Depende de cómo se lo mire, se puede
decir que ese número no está mal, en especial si consideramos que
Windows 7 necesitó dos meses para vender sesenta millones de licencias.
Los reportes previos sobre
las ventas de Windows 8
indicaron que Redmond no había alcanzado sus expectativas, lo que nos
hace pensar que tal vez Microsoft esperaba un rendimiento superior al de
Windows 7. Esa adquisición de licencias se vio impulsada gracias a
precios promocionales más agresivos de lo usual. Algunos usuarios han
logrado
conseguir una copia de Windows por apenas
15 euros, un cambio notable frente a las políticas de precios anteriores en Redmond.
Pero lo que nos reúne en esta oportunidad es
Windows Blue. ¿Qué es eso? La primera mención la hizo la gente de
ZDNet en agosto pasado, donde básicamente se planteó que el
“siguiente Windows”
no sería Windows 9, sino Blue. Pero ese reporte reveló algo más: La
posibilidad de Microsoft mueva el desarrollo de sus sistemas operativos a
un
“ciclo anual” similar al que Apple aplica en OS X.
Recientemente, otras fuentes allegadas a Microsoft estarían confirmando
este cambio, por lo que cuando hablamos de
Windows Blue habría que visualizar una especie de
“Windows 8.1”,
disponible a mediados de 2013. Esta actualización tendría un costo muy
bajo, y no se ha descartado la posibilidad de que sea gratuita, con el
objetivo de subir a más usuarios al tren de
Windows 8.
Además del lanzamiento de Blue, también haría acto de presencia un nuevo
SDK, y si bien las apps hechas con el SDK previo serán compatibles, la
idea es que Microsoft acepte desarrollos
solamente para Blue.
Otro aspecto que abrirá una gran discusión es el de la piratería. Con
ciclos de desarrollo más cerrados, Microsoft será capaz de ejercer más
control sobre Windows, y esto comenzaría con Blue. El único detalle que
se ha filtrado hasta ahora es que una actualización a Blue desde una
copia de Windows no original
desactiva las aplicaciones integradas y toda la Tienda de Windows. Como
ya sabemos bien, Microsoft no comenta sobre rumores y/o especulaciones,
pero
Windows Blue ha sido mencionado por fuentes
diferentes con un tiempo razonable entre ellas. Evidentemente, los
cambios de Microsoft sobre su sistema operativo no se limitarán a una
nueva interfaz.
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